lunes, 5 de septiembre de 2011

Gasto publico en Educación en R.D. Un reto por vencer.

El gasto público es la asignación monetaria que realiza el Estado para satisfacer necesidades sociales y económicas. Existen diferentes teorías sobre el gasto público, entre ellas: la teoría neoclásica, la teoría keynesiana y la teoría neoliberal.

La teoría keynesiana (que es la más importante para nuestro análisis), da mucha importancia a la estructura de los gastos públicos, esta propuesta establece el creciente protagonismo del Estado para garantizar, por medio de políticas fiscales progresivas, los derechos y los servicios sociales a toda la ciudadanía. Keynes elabora un sistema de ideas que fundamentan la participación del Estado en la economía y de los gastos públicos en el comportamiento del sistema económico.

Relación entre economía y educación.

Varios estudios han mostrado que la educación tiene efectos positivos en el crecimiento a nivel macroeconómico, por eso las nuevas teorías de crecimiento económico aspiran a hacer endógeno el progreso técnico con la incorporación de algunos efectos, haciendo hincapié en la educación, en el aprendizaje con la práctica y en investigación y desarrollo. La educación modifica la posición social y económica de cada individuo, confiere status social a quien la recibe y por consiguiente, contribuye al desarrollo del país donde se desempeña profesionalmente.

Es conocido que Adam Smith comparo la eficiencia de un hombre instruido con la de una maquina de alto costo, que Stuart Mill puso de relieve la conexión entre la productividad y la destreza de los trabajadores y que incluso, Alfred Marshall hablo de la semejanza que existe entre un hombre que invierte en un negocio (capital físico) y otro que invierte en la educación de sus hijos (capital humano). Todos los autores mencionados a pesar de propugnar diferentes teorías del gasto público, coinciden en la importancia de la educación para el crecimiento económico.

El gasto en educación con relación al PIB.

Durante el periodo 1980-1989 el gasto público en educación con relación al PIB decreció al pasar de 2.2% en 1980 a 1.7 en 1989. a pesar de que la UNESCO recomendó consagrar entre el 7% y 8% del PIB al sector educativo en la conferencia de ministros de educación de América Latina y el Caribe de 1979. Dicho 2.2% equivalía al 12.7% del gasto del gobierno en ese periodo.

De acuerdo a lo establecido en La Ley de Educación en su artículo 197 (del financiamiento de la Educación) “El gasto público en educación debe alcanzar en un periodo de dos años, un mínimo de un 16%, del gasto público total o un 4% del producto interno bruto (PIB)… El gasto público en educación guardará un 80% para gastos corrientes y al menos un 20% para gastos de capital”. Y dice también que en caso de que los planes de desarrollo del país demanden mayores inversiones de capital el Estado podrá recurrir al financiamiento o ayuda externa para lo cual se harán previsiones de lugar.

Según las cifras del Banco Central Dominicano del 2008 al 2010 el PIB aumentó mientras que el gasto público en Educación considerando el PIB, permaneció estático.

Andrés L. Mateo (Clave Digital 11/2/2010) cita el informe nacional de desarrollo humano 2005, diciendo que “se prevé que para un país con las características del nuestro el mínimo de inversión deberá ser 4.6% del PIB y ello no para empujar una revolución en el sistema, sino para cubrir las necesidades mínimas de desempeño.

Sin embargo la ley 66-97 compromete al Estado con un 4% del producto interno bruto (PIB) lo cual equivale al 16% del presupuesto nacional. Esta partida nunca ha sido entregada a la cartera educativa limitándose al 2.49% o menos. Manuel Linares en su tesis doctoral, cita las cifras del Banco Central Dominicano y su transferencia al gasto público en educación de los últimos tres años:

Años

PIB

GPE

GPE/PIB

2008

372,926.64

9,289.41

2.49%

2009

388,101.60

9,653.61

2.49%

2010

403,276.56

10,017.81

2.48%

¿Y qué hago si me dan el 4% para educación?

La Corriente Magisterial Juan Pablo Duarte a través del periódico “Lucha” (Pág. 3, Enero-Febrero 2010) manifestó que: “El plan Decenal requiere del 3.15% del PIB, unos 45 mil millones de pesos de los cuales solo se incluyeron 37 mil millones de pesos. La baja inversión limita la actual gestión, afecta cuatro de diez políticas del plan de desarrollo y siete programas prioritarios como los siguientes: programa de infraestructura escolar, programa de desayuno escolar, programa de formación docente, programa de acceso a la TICs, programas de alfabetización en un momento donde el país tiene un 12% de analfabetas.”

¿Y qué dice la gente?

Irene Sena et al. (2010) realizo un estudio de percepción del gasto público en educación y sobre la reducción del gasto en otros sectores entre los empleados de los ayuntamientos del Gran Santo Domingo y obtuvo lo siguiente: 81.2% de los entrevistados percibe que el estado invierte “poco” en educación, frente a un 18.8% que percibe que el estado invierte “lo justo”. A este mismo grupo también se le pregunto que: ¿en cuales sectores debería disminuirse el gasto público? A esto un 62.5% opinó que debe reducirse el gasto público en las Fuerzas Armadas.

Otro hallazgo interesante de la investigación antes citada es que un 68.75% de los entrevistados considera que la opinión de la gente incide sobre lo que el gobierno invierte en educación, mientras que un 43.75% sostiene que son los políticos que influyen sobre la opinión de la gente.

Hace ya casi un mes que vimos como los senadores hicieron caso omiso a lo que el pueblo requería (el 4% para la educación), solo tres senadores (Wilton Guerrero, Amable Aristy Castro y…) mostraron criterio independiente y respetaron a la población que los llevo al congreso. ¿Cómo piensa el poder ejecutivo que el pueblo creerá que cuando se reformule la ley de educación y se le asigne el 5.5% a educación, ellos cumplirán ese compromiso?

Juan López Arias